A ningún deportista le gusta equivocarse o que el campo le juegue una mala pasada, pero esto es parte del juego le gusto o no al golfista. Por eso en la práctica competitiva para mantener su eficiencia y su rendimiento bajo presión, es fundamental desarrollar la habilidad de ver la situación o problema desde otra perspectiva.
Sin esta capacidad el golfista a la primera dificultad de no hallarle ninguna salida buena o eficaz a la situación, se queda trabado en la misma como paralizado para dar una respuesta apropiada. Y en el golf es todavía más porque en muchas ocasiones una o dos bolas mal resuelta afecta no solo a ese golpe sino al hoyo o hasta el torneo.
Acciones para ver el problema desde otra perspectiva
Para lograrlo lo primero que hay que evitar es lo siguiente:
Quedarse pegado en porque cometió ese error, por su mala suerte o eligió esa acción. Este pensamiento lleva a una trampa al quedarse pegado en el pasado y en el enojo. Sin dejar ninguna posibilidad de cambio porque eso ya paso.
Entonces la primera acción es liberar su mente del enojo o del pensamiento de la equivocación. Esto ya es pasado y no se puede cambiar. Delante de usted está la bola que puede hacer el cambio para recuperarse rápidamente.
Las acciones siguientes son:
Preguntas que den posibilidades de acciones nuevas rápidamente como por ejemplo que hizo mal para no repetirlo, que acciones hará para superar esa dificultad, etc. Aunque en ese momento para su mente no sea el mejor momento y quiera tomar decisiones rápidas por la misma presión del juego, sea fuerte, su mejor amigo y piense como puede salir del problema de la mejor manera posible.
El segundo paso es solo concentrarse en la mejor opción que encontró cuando ya pudo ver el problema desde otra perspectiva, sin quedarse pensando en cuanto le costara en golpes y con qué score terminar ese hoyo.
Aquí hay tres situaciones importantes:
La primera es no enojarse si sale con uno o dos golpes demás. Ver el problema desde otro punto de vista no significa que sus acciones harán que no paso nada, sino que lo ayuda a que el daño sea el mínimo en la mayoría de las situaciones como también a no perder la cabeza ni la calma. Si sale de la situación sin golpes demás, que bueno y ojala que le suceda en la mayoría de las ocasiones. Lo que pasa es que a veces hasta con las mejores acciones el campo no lo permite.
La segunda es que el golfista se puede ayudar a sí mismo si en su club como parte de su preparación se entrena a superar situaciones difíciles. Esto por medio de mejorando su capacidad de aproche y putt como saliendo al campo poniendo a prueba su juego y sus decisiones en situaciones difíciles posibles que le puede tocar cuando sale al campo.
La tercera es que si el golfista es muy impulsivo o tiene poco control del estrés tendrá que trabajar mucho en el control de su paciencia como de su actitud frente a esta situación para verlo desde otro punto de vista.
El tercer paso es pasar a la acción. Lo único que hay que tener cuidado es en lo siguiente. Aquí el golfista debe tener en cuenta el tiempo que tienen o le dan si esta en torneo para dar esta respuesta eficaz. Si se toma poco puede que esté perdiendo información que puede ser muy importante. Si toma mucho lo apresuraran y tomara la acción equivocada o hará los movimientos apresurados.
El cuarto paso después de pegarle a la bola es olvidarse de todas las dificultades, aunque tenga menos de un minuto para que su mente y su cuerpo se relajen, dejen atrás la presión que vivió y pegue a la próxima bola lo más tranquilo posible como si recién empezara.
Observación: Hay que tener en cuenta que esta habilidad que es necesaria y fundamental si quiere conseguir buenos scores en palabras suena fácil, pero ya realizarla en la realidad no lo es tanto. Por eso no deje de desarrollarla aunque al principio le cueste o no sea una tarea grata.
Lic. Paula Man Reich
Psicóloga del deporte
E-mail: pdd_cuerpomente@yahoo.com.mx
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