Siempre se habla de la gran importancia de lo mental en el golf, generalmente estos comentarios estan mayormente dirigidos a la actitud mental y actitudinal a la hora de jugar. Pero la importancia de lo psicológico también se tiene que conocer en como la mente trabaja en los procesos de aprendizaje o mejoras.
Por ejemplo ¿Alguna vez le ha tocado vivir u observar a golfistas que desarrollaron una gran mejoría en su juego pero este no se ve reflejado en sus autoexpectativas a la hora de jugar? Esto sucede porque las creencias que sostienen o determinan a las personas no son tomadas del presente, sino que en un principio son aquellas situaciones del pasado.
Aquí es importante tener en cuenta que en este proceso de mejoría primero la técnica y táctica procesan el cambio, y en un segundo paso las expectativas se acoplan a estas mejoras. Al cerebro le lleva un tiempo extra cambiar su carta de presentación por naturaleza. ¿Por qué? Porque las creencias pasadas no dejan tan fácil actualizar o cambiar su imagen, creencia o la opinión sobre uno mismo.
Lo importante…
Las creencias de lo que el golfista cree que puede hacer o no, son los marcos de referencias de sus acciones. Cuando un deportista convencido de que puede hacerlo, lo hará. Por el contrario la falta de confianza en sí mismo actuara como paralizante y le imposibilitara la acción. Ningún esfuerzo por grande que sea, lograra convencerlo de otra cosa. ¿Cómo se relaciona esto con el cambio tardío de las expectativas?
Cada vez que el golfista está en una situación de una mejora importante en su rendimiento deportivo, es un proceso de cambio y transformación. Como todo proceso es un momento de adaptación y nuevos de límites.
Pero esto con solamente con saberlo racionalmente o conocerlo por el deportista no le alcanza para pasar directamente a equilibrar su juego con sus expectativas. Tendrá que tener paciencia y sobrevivir a estos momentos pasajeros de desequilibrio.
Si es verdad que el golfista el nivel de juego lo define lo que hace en el aquí y en el ahora, pero esta fórmula no es tan simple. A este proceso se le debe agregar la adaptación psicológica a su nuevo rendimiento.
También hay que tener en cuenta que si el golfista en el pasado se ha rodeado de creencias mentales limitantes o es una persona que necesita ver para creer, este cambio de percepción tardara un poco más de tiempo. Por eso no sea tan duro consigo mismo ni con los demás golfistas cuando está en el medio de este proceso. Acuérdese que no es por falta de ambición o por problema de confianza.
Una de las acciones que el golfista debe evitar a la hora de pensar sus nuevas expectativas es volver a compararse con lo que antes hacía o lograba, esto hace que mas tardado la nueva identidad. Aunque es la actitud más natural a tomar, tiene que acostumbrarse a buscar su nueva identidad como golfista aunque al principio se sienta medio perdido.
Es importante al acoplar la mejoría técnica con la parte mental, darle la oportunidad a su juego de encontrar nuevos límites sin miedos ni restricciones.
Lic. Paula Man Reich
Psicóloga del deporte
E-mail: pdd_cuerpomente@yahoo.com.mx
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