Una gran estrategia que ayuda a fortalecer una forma de actuar exitosa es la visualización positiva. Consiste en utilizar tu imaginación para visualizar los procesos y resultados positivos de una actividad venidera. Es como un repaso mental de alguna actividad pendiente.
Por eso es recomendable dedicar unos cinco minutos por día a visualizar tu desempeño. Comienza concentrándote en tu respiración y sintiendo tus músculos cada vez más pesados. Comienza con tus pies. Ténsalos y relájalos de dos a tres veces. Trabaja de la misma manera subiendo por tus piernas, pasando por tus caderas, hasta el cuello y cara, deteniéndote para relajar cada grupo muscular a medida que avanzas.
Cuando te encuentres completamente relajado tomate de tres minutos para hacer tu visualización positiva. Utiliza tu imaginación para visualizarte a ti mismo utilizando tus imágenes y palabras de manera exitosa. Obsérvate y escúchate a ti mismo a medida que usas tus palabras y los pensamientos que creas.
Checa tus reacciones a medida que la película avanza. Imagina que tus reacciones son positivas. Si visualizas un resultado negativo, simplemente regresa a tu imaginación, retrocede unos cuantos pasos para atrás y vuelve a imaginar. Crea el resultado exacto que quieras.
Siente intensamente la emoción que produces durante este ensayo mental. Siéntete feliz contigo mismo. Siéntete confiado, orgulloso, exitoso. Percátate de los sentimientos de felicidad.
Cuando hayas experimentado la visualización positiva por tres minutos, detente. Termina la sesión y continúa con el resto del día de acuerdo a tus planes. Es importante ya no pensar más en el deporte o por las expectativas sobre su juego en el futuro. Confía en que esta práctica mental te ayudara a convertirte en un golfista con una mentalidad positiva y con resultados exitosos si tienes el nivel deportivo para lograrlo.
Entrenamiento básico de la visualización
Si no tienes experiencia en la visualización positiva aquí encontraras más información para lograrlo en forma eficaz y fácil. Los componentes críticos del entrenamiento de la imaginación que permiten un empleo eficaz de la visualización positiva en la práctica deportiva son los siguientes:
La habilidad debería ejecutarse en una imagen completa de los movimientos a realizar.
Los deportistas deben concentrarse sobre la visualización de sus sensaciones ante la acción (esto es tratar de vivir lo imaginado).
La habilidad debe aproximarse a los parámetros de ejecuciones reales
Los golfistas deben imaginarse a sí mismos logrando el éxito en el ensayo imaginado
Si resulta posible el ensayo imaginado debe tener lugar en el ambiente real de la ejecución y reproducir una meta real de ejecución deportiva posible o real.
Al menos un ensayo imaginado debe preceder a la ejecución justo antes de que comience el torneo.
Adquisición de viveza en las imágenes
Ejercicio: Elige una destreza muy fácil de tu deporte. Ejecútala mentalmente una y otra vez al mismo tiempo que imaginas las sensaciones y movimientos de tus músculos. Concéntrate en la manera en que vivencias las contracciones y dilataciones de los músculos asociados a la tarea imaginada. Imagínate que ejecutas la tarea a la perfección una y otra vez.
Intenta agrupar ahora todas las sensaciones que te produce verte, oírte a ti mismo ejecutando la destreza una y otra vez. Intenta hacer uso de todos los sentidos a la vez, no te focalices en uno solo.
Entrenamiento en control de las imágenes
Ejercicio: Elige una destreza especifica de tu deporte con la que presentes problemas de ejecución. Intenta recordar aquellas ocasiones en las que no hayas ejecutado la destreza correctamente. Observa qué es lo que hiciste incorrectamente.
Imagínate realizando la destreza correctamente, concentrándote en las señales de tu cuerpo que te anticipan que esta vez vas a realizarla bien. Repite el ejercicio imaginándote el movimiento enlenteciendo de manera que puedas recrearte en el, detectar los errores y corregirlos.
Entrenamiento en autopercepción
Ejercicio: Elige una actuación pasada que actuaste muy bien y recuérdala imaginando lo que hiciste. Emplea todos tus sentidos en ello. Visualízate como si todo estuviera sucediendo en este momento, escucha el ruido y los sonidos o voces que tuvieron lugar. Céntrate en las sensaciones de tu cuerpo mientras estás ejecutando la destreza. Siente de nuevo las emociones positivas de aquella ocasión.
Concéntrate en intentar descubrir por qué actuaste así de bien (porque estabas concentrado, confiado en el éxito, con un bajo nivel de ansiedad, etc.). Intenta después recordar por qué te encontrabas así en aquella ocasión. Recuerda que hiciste para preparar tu actuación e intenta descubrir que cosas fueron las que causaron tu gran actuación.
Repite el ejercicio imaginando ahora una actuación pasada en la que actuases muy mal. Fíjate la diferencia con la positiva y trata de reconocer los elementos que hacen la diferencia de rendimiento, actitud y confianza en su juego.
Lic. Paula Man Reich
Psicóloga del deporte
E-mail: pdd_cuerpomente@yahoo.com.mx
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