A la hora de jugar un torneo con la modalidad de match, una de las herramientas psicológicas privilegiadas para desarrollar junto a su técnica es la capacidad para leer los gestos de su oponente. Esto porque el lenguaje corporal dice mucho más de lo que se cree y esta información puede darle una ventaja psicológica extra a la hora de jugar.
No hay ningún deportista que no se comunique por medio de sus cuerpos, lo mismo que con las palabras. Pero el pequeño detalle es que si sus palabras no son creíbles en su mente, es muy fácil que sus gestos contradigan sus mensajes verbales.
Por eso entender el lenguaje corporal puede ser muy provechoso al momento de jugar, porque le permite al golfista controlar posturas y movimientos para que sean consecuentes con lo que está diciendo, además de ayudar a descubrir el estado de ánimo de su oponente.
Desconfiando las posturas y movimientos
Una postura positiva como un contacto visual directo trasmite confianza y seguridad tanto para el mismo golfista como un mensaje para su oponente.
Darle más atención y análisis al tiro de su oponente que a lo que hace uno mismo, es un indicador de que esta más preocupado de lo que el otro puede hacer, también está mandando el mensaje que no cree en sus posibilidades. Aunque el otro sea mejor y que es importante observar que es lo que está haciendo su oponente, lo único que uno controla es su propio juego.
Una mirada evasiva o indirecta sugiere una actitud negativa. Jalarse la oreja o jugar con algún objeto son indicios que el golfista se siente incomodo con la situación.
El golfista que observa el reloj y lo mira con ansiedad en más de una ocasión, es posible señal de que su oponente quiere terminar rápido el match. Puede aprovechar este apuro para presionarlo o usarlo como advertencia con uno mismo y aunque no se quiera tomarse más tiempo para cada golpe.
El golfista que esta mordiendo algo indica en mucha ocasiones falta de confianza, como el que su oponente no lo mire a la cara significa que puede estar indeciso o preocupado. Cuando vea a su oponente así es el momento ideal para sacar sus mejores golpes para darle un golpe efectivo a la confianza y seguridad de su oponente.
Cuando se encuentre con un golfista que demuestra incomodidad con su juego o sus acciones, en ese momento no le haga caso y siga jugando como lo está haciendo. Esta conducta exacerbará la incomodidad de su oponente y en muchas ocasiones terminara regalando el match sino tiene un buen control de su mente y su genio.
Observación: Es muy importante a la hora de jugar un match-play de cuidar muy bien lo que dice y como lo dice. De esta forma evitara enviar señales involuntarias a su oponente.
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