En lo que parecía que sería un día de victoria para los americanos, terminó siendo para Europa, que terminó con ventaja la primera jornada de la Ryder Cup. Sufrieron los de McGinley en los fourballs de la mañana, pero resultaron casi infalibles en los foursome tarde con más actitud que juego para poner un 5-3 en el marcador.
Sergio García y Rory McIlroy no jugaron bien ni por la mañana ni por la tarde. Sólo destello de su gran clase, de su talento, de su fuerza mental, de su poderío con el putt, pero lo cierto es que tras caer en el hoyo 18 en los fourballs, estuvieron también contra las cuerdas en los foursomes. Es más, acabado el hoyo 16 ya sólo podían empatar el partido ante Rickie Fowler y Jimmy Walker. La empresa era muy complicada. Tenían el partido muy cuesta arriba, pero el nº1 y 3 del mundo demostraron por qué ocupan ese lugar en el ranking y en el 17 (McIlroy enchufó un putt largo de birdie que dejó tocados a los americanos) y en el 18 (enorme segundo golpe de García desde el rough para situar la bola en green con opción de eagle, que al final fue un birdie y bastó), para deleite de un público que rugió como nunca y vitoreó a sus ídolos, dando un poco de calor a la fría tarde escocesa.
Con información de Mundo Deportivo.
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