John Singleton es un amante del golf que logró clasificar para jugar en el Open Championship. Sin embargo, no es un golfista cualquiera y su historia es digna de ser contada. John tiene 30 años y lleva la vida de cualquier otro futuro padre de familia de Liverpool. Cinco días a la semana trabaja en una fábrica de resinas para sostener a su familia.
El joven inglés disfruta tanto del golf que tras estudiar y jugar en Estados Unidos, fue ahí mismo donde se convirtió en jugador profesional. No obstante, una lesión en la rodilla no le permitió continuar con su carrera. Pese a las vicisitudes, su pasión lo impulsó a seguir jugando todos los días al terminar su turno en la fábrica.
El pasado 1 de julio su pasión rindió frutos; tras haber pasado a la previa final y sin esperárselo, el joven talento obtuvo una primera vuelta de 72 golpes y otra de 66 que le otorgaron su pase a el Open Championship 2014 a lado de los mejores del mundo y que dio inicio el 13 de julio y finalizará el 20 de este mismo mes, en Royal Liverpool.
No sólo su determinación hasta este punto es digna de admiración, sino que pequeños detalles, como el hecho de que Singleton no contara con el juego completo de palos y que un amigo suyo tuviera que prestarle dos wedges para poder seguir compitiendo, son los que marcaron esta historia e indudablemente la hacen aún más entrañable.
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