Sin importar el deporte y los deportistas, cuando los nervios no dejan pensar ni jugar es hora de tomar acciones para volver a retomar el control de su mente y juego. ¿Por qué? Por varias razones como son las siguientes:
– Los nervios descontrolados afectan en forma importante la toma de decisiones eficaces.
– Los nervios descontrolados afectan la eficacia y la lucidez del golfista.
– Los nervios descontrolados hacen imaginar situaciones que no existen en la realidad o no son tan extremas como la está sintiendo el golfista.
– Los nervios descontrolados hacen trabajar demás al golfista en el campo.
– Los nervios descontrolados hacen que el golfista en vez de concentrarse en su juego, este más pendiente de sus miedos que de jugar tranquilo y confiado en lo que puede hacer.
– Los nervios descontrolados son malos consejeros a la hora de checar sus posibilidades y opciones. Lo importante es qué hacer para controlar sus nervios: – No auto-presionarse al pensar de más.
– Creer en uno mismo y en sus posibilidades.
– Dedicarse a hacer lo que a uno le gusta hacer, como a disfrutar del momento.
– No estar pendiente de sus resultados y las consecuencias de estos cuando todavía no ha comenzado a jugar o está jugando. En el deporte hasta que no se termina de pegarle a la última bola, nada ha terminado.
– No dejarse presionar por el contexto o por los golfistas que lo rodean.
– Buscar sus opciones disponibles para dejar atrás sus nervios como sus pensamientos negativos.
– No querer tratar de controlar todo lo que le rodea, sino solamente tratar de ocuparse de lo que está en sus manos y posibilidades. Lo demás no vale la pena prestarle atención, ya que es imposible lograrlo y a su vez le quita la concentración en lo importante.
– No piense en grande si sus posibilidades no se lo permiten. Esto de buscar la gloria si no cuenta con las herramientas para lograrlo, en vez de ayudarlo lo auto-presionará y generara más nervios de los normales.
– En vez de fijarse en lo que teme, piense en lo que bueno que puede pasar para su bien.
– A más nervios descontrolados, cambiar su pensamiento a cosas que lo tranquilicen es lo mejor. No hay situaciones deportivas en que los nervios no aparezcan.
Lo fundamental es no permitir que se conviertan en nervios descontrolados que no le permitan jugar bien. Ya después, desarrollar la capacidad para no desesperarse si los siente y superarlos rápido.
Lic. Paula Man Reich
Psicóloga del deporte
E-mail: pdd_cuerpomente@yahoo.com.mx
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