Suspira antes de colocar la bola en el tee. Ve hacia el fairway que se nota más estrecho de lo normal, tal vez sea por los nervios, “siempre me pone de nervios empezar una ronda”, se dice a si mismo, esboza una sonrisa, esa sonrisa que siempre lo acompaña. Se coloca, está listo para hacer su tiro… una leve brisa le da la bienvenida al hoyo 1. Juan Antonio Estrada, el mejor golfista amateur de nuestro país, inicia su ronda en el mágico campo de la inmortalidad. Juan Antonio Estrada murió ayer a los 79 años de edad.
Siempre atinado y siempre en el momento oportuno, “El Campeonísimo”, como se le decía gracias a los más de 60 títulos que consiguió en su trayectoria, se fue de este mundo en su semana preferida, la del Masters, torneo que jugó en tres ocasiones del 62 al 64. Esta edición del torneo más significativo y emblemático del mundo será recordada por la muerte del mejor jugador amateur mexicano de todos los tiempos, miembro del field del Mastrers y un ícono y ejemplo para el golf mexicano… esta semana será recordada por el fallecimiento de Juan Antonio Estrada, a los 79 años de edad, por causas naturales.
“El Nene” como le decían en su infancia, nació en Torreón, Coahuila el 16 de septiembre de 1936. A los 17 años, en el Club Campestre de la Ciudad de México, ganó su primer Campeonato Nacional Amateur. Siempre adelantado a su tiempo y con una visión que le permitía sacar ventaja de todo. Uno de sus máximos secretos fue que desde temprana edad aprendió a marcar los campos, “eso me ayudó mucho. No era la distancia al green, sino a la bandera, exactamente a la bandera”, reconoció alguna vez.
Ejemplo de consistencia, y como suele pasar con los grandes, con mucho que aportar. “Jugaba esos torneos con los bastones que mi papá me consiguió en Forth Worth, Texas, con un amigo. Eran hechos a mi medida, pero nada espectaculares. Practica, practica, y más practica, ese siempre es el camino. Ahora, no se practica tanto, y se quiere ganar con gadgets”, comentaba en uno de tantos homenajes que se le hicieron, esos que no disfrutaba por el hecho, pero sí por reencontrarse con amigos.
“Es uno de los días más felices de mi vida, agradezco este honor y me compromete a seguir siendo un ejemplo”, decía Estrada el día en que la Federación Mexicana de Golf instituyó el “Premio Juan Antonio Estrada”, máximo reconocimiento que entrega la Federación a quien destaque por su labor en pro del golf mexicano.
Juan Antonio siempre reconoció el inmenso apoyo que le brindó su familia, es especial su esposa María Concepción y sus hijos, a quienes enviamos un caluroso abrazo y pronta resignación.
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